
Me encuentro perdido en esta habitación ya no puedo mas me mata mi respiración, quiero caminar pero muy solo estoy, te escucho gritar en lo oscuro de mi corazón.
No encuentro la verdad a esta maldita razón, es como si el viento no estuviera ya a mi favor, vago en este mundo con mentiras y mucho dolor el grito de la gente me persigue en mi interior.
Me cuesta caminar, mis pasos son de cemento que con el agua me entierro en mi propio desierto, no puedo ver pues tu te llevaste todo mi ser y aunque pueda escuchar no lo voy a creer.
Desnudo estoy frente a un espejo, esperando ver mi oscuro reflejo, son tantas las cosas que me faltan por decir que si abres mi pecho sucumbo con el despecho.
La agonía, la desesperanza llevan mi cabeza hacia el cielo, rogando ver una señal que mate mi desvelo.
Ven, salvame, llévame de este infierno que decidiste poner por destierro, tu mirada fría quema mi pecho, pues vez a través de el mi condenación.
Un corazón maldito que ya no tiene función, un corazón herido que lleva a la perdición.
Tú, dulce venganza de corazón partido fluye tu poder a través de mis venas quema y arrasa con todo lo que queda de mí ser.
Mas no sabrás si ganaste o perdiste pues mi amor te guiara más halla de mí, este eterno escondite pero así permanecerá en ti un amor perfecto sin manchas ni rastros de ningún defecto, entenderás al final que sufrido fue llevarte a la tumba de este tu querido amor.
Jesús Adán Montilla
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